Tu tan blanco y transparente, tan dulce como el agua de los ríos, tan inmenso como el ancho mar, tan bello como un suspiro, tan claro como el cristal.
Yo con el alma obscura de tanto vagar, buscando entre tinieblas un corazón que sepa amar, en dicha búsqueda a lo lejos se alcanza a devisar, tu resplandor y tu sonrisa sobre un pedestal. Tan alto y tan lejos que no creo alcanzar.
No te alejes vida mía, déjame el palpitar de tu corazón de oro que yo quiero conquistar, con mis cantos y poesías al cielo quiero llegar, tomados de la mano y la dicha alcanzar.
Y si crees que esto es un sueño, entonces déjame soñar!
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