miércoles, 21 de diciembre de 2011

HASTA LA MUERTE MI AMIGA SOLEDAD...

No sé cuándo volveré a verte... Te escribo poemas de amor ante el encuentro Poemas que no sé si llegaré a leerte, Poemas que son el resultado de un tormento El de no saber, si alguna vez volveré a verte. Cada noche te reclamo en sueños Y creo, que ansioso, respondes a mi llamada, Irremediablemente, mis brazos abrazan la nada Sólo era mi corazón, que sueña con un empeño. No sé cuándo volveré a verte... Te escribo, con el corazón, poemas de amor, La tinta de mi sangre furiosa y fuerte Recuerda cada cita a la luz de un farol, El mismo farol que ahora queda inerte Hasta que no sepa, cuándo volveré a verte. No éramos como toda la juventud Que jugaban a esconderse entre las peñas, Nuestros juegos dejaban claras señas De dos vidas, Que escondidas, Prometían una unión, hasta la eternidad. En la primavera, cuando las flores despiertan, Te cogí de la mano y tú envolviste la mía, Dejándome un olor a ti que hasta el amanecer, Sería el símbolo del amor que crece y guía, Del amor que oculto y del que nadie debe saber, Sin descanso al mundo enamorado, movía. Durante el verano, cuando los sentimientos despiertan, Yo busqué ansiosa tu cuerpo y tú ansioso mi ser, Al amor y al deseo, lo guardamos entre sábanas, Aquellas sábanas que sin saber, Serían testigos mudos de nuestro querer, Cada minuto, cada hora, cada eternidad...de hoy y de ayer. Durante el otoño, cuando la duda y el hastío despiertan, Por lágrimas, sólo lágrimas encontré. Durante el invierno, cuando nada hay que hacer y todo muere, Te vi alejarte tranquilo, sin mirar atrás, Mi amor se iba contigo, ya vivir no podía, No pude regalar sonrisas, porque tus labios se las llevaron, No pude regalar vida, porque sin ti sin remedio moría, No pude regalar amor, porque tus manos me lo enseñaron, Por qué me dejaste, por qué te fuiste, Llévate mi ser y no me dejes triste, Podías haber esperado y cumplir la promesa que hiciste: ¡Juntos hasta la muerte!...si, si, lo dijiste. Cuando te miré a los ojos, estaban tan llenos de amor, Que quizás no pudieras salir de mi vida, sin dudar, sin estremecerte, ¡Ayúdame!, no me dejes sola, y contesta, cuándo volveré a verte. Han quitado el farol, nuestro farol de la calle, Estaba viejo, inservible y lleno de tristezas, "Ya no hay amores verdaderos que el farol alumbre". No aguanto entre estas sábanas donde los recuerdos moran, Quiero levantarme y gritar a los pájaros tu nombre, Para que le digan al Eterno que contigo fui mujer, Que ya sólo tus recuerdos son los únicos que me enamoran. Mi enfermedad por dentro me consume, Que llevadera hubiera sido a tu lado, El día que a mi alma el dolor anude, Sentiré que hacia ti, alguien me ha llamado. No sé cuándo volveré a verte... Una puerta chirriando, amarilla y seca, Anuncia que alguien irrumpe la paz de mi pensar, Eres tu mi amiga la soledad, aburrida y hueca, Me harás el reconocimiento de una vida, Que por no querer ya no está. Esa vida de la que deseo alejarme, Sus ojos cansados se abren con sorpresa, ¿alegría?, Después de examinarme y otras cosas preguntarme, Te acercas presurosa a mi oído, ¿la querías?, Como el sol a la luna, Como la tormenta a la lluvia, Como el viento a la brisa, Como el corazón al corazón, Como la rosa a la espina, Como el moribundo a la muerte... ¡No desesperes, mañana estarás con ella!, Ahora si sé, cuándo volveré a verte..

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