lunes, 27 de agosto de 2012
╚> Perdonar...
Hay situaciones que producen desilusión de nosotros mismos. Hay actitudes y hechos cometidos por nosotros que nos humillan, nos denigran y avergüenzan. Las fallas de esta clase requieren de un auto-perdón.
Sé libre hoy de tus propias fallas. ¡Perdónate! Nadie es perfecto, la misma esencia defectuosa, propensa a fallar, existe en todos los seres humanos. Perdonarte a tí mismo es aceptar con humildad tu condición real de ser humano. Reconoce que no eres perfecto y comienza a mejorar.
Perdonarte a tí mismo es un acto de humildad. Perdonarte a tí mismo te hará depositar la confianza en Dios para recibir la fortaleza y no volver a fallar. Sé libre hoy perdonándote de todo lo malo que hayas hecho. Somos perfectibles y estamos en un camino de mejoramiento continuo.
Las heridas duelen y a veces mucho. Pero alguien dijo: “La mejor venganza es el perdón” porque la falta de perdón te auto-esclaviza. Te lastimas a tí mismo cuando no perdonas, mientras que el ofensor no se percata de tus sentimientos. Tu falta de perdón hacia otros te mantiene preso y atado a esa persona. ¡Sé libre perdonando!
¿Te fallaron? Bienvenido al planeta tierra. Este es un mundo con injusticias, con seres humanos que tienen libre albedrío. Serán libres y felices quienes cruzan la barrera del perdón. Quienes saben perdonar y olvidar, poseen una virtud suprema. Solo los valientes perdonan. Solo los sabios saben perdonar al prójimo. Solo quién tiene verdadero amor. Tú eliges entre permanecer preso o hallar la libertad.
Cualquier mediocre puede ser violento, matar, abusar o lastimar, pero no cualquiera posee el supremo valor de perdonar. Esto solo es un rasgo de los seres sabios e inteligentes.
Perdona hoy lo que te hicieron, tú no tienes la culpa. . Confiesa el perdón con tus labios, ¡¡Hazlo Y serás libre por siempre!!.
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