Pensando en la línea del tiempo, las líneas del tiempo, imagino dos planos, uno arriba otro abajo, realidad vs. ficción, en dónde dibujamos varias líneas que van saltando de un plano a otro, de una línea a otra, haciendo un extraordinario tapete de vidas ordinarias, que por más que jueguen y traten de vibrar para otro lado, en este exquisito momento de mi vida, en este preciso momento de la historia no pueden más que entrelazarse más. Cada salto un experimento, cada punto un estudio, cada fuga una sorpresa.